Enero

Recuerdo...

A mi madre que gastaba sus brazos lavando ropa en la pila,

a mi padre incansable escribiendo bonos para la factoría,

Ana que florecía con la belleza de la adolescencia

y a mí jugando a ser niño con la imaginación intacta.

Recuerdo,

aquellos domingos efímeros en la casa del rastrillo

cuando el sol irrumpía en nuestra estancia,

la alegría que alejaba la mediocridad exterior

y sobrevivir felices a pesar de los tiempos.

Por recordar me recuerdo,

corriendo detrás de un balón en un patio de cemento,

respirando el poco aire no contaminado por las fábricas,

soñando con actrices de cuerpos inalcanzables

y los bofetones de los religiosos cuando no recitaba

bien la doctrina del catecismo.

Recuerdo una infancia que a pesar de todo fue en technicolor,

mas ahora la pérdida me ha golpeado en el corazón.

Recuerdo sobretodo a mis padres...

Y la vida y la memoria,

la memoria y la vida otra vez,

me la han jugado.