Llegando del bar
Acabo de llegar del bar, todavía es
pronto en la mañana y tengo que ordenar mis ideas como cada día. A
mis amigos se les podría agrupar en dos sectores; los que trabajan,
siempre hablando de fútbol y política de una forma superficial y
vana; y aquellos que por desgracia están desempleados, hablan poco y
se lamentan de la triste situación en que se ven envueltos cada día.
Por norma suelo compartir un café con estos últimos, su visión del
mundo es más profunda y más arraigada a la tierra.
Hoy hemos hablado de un nuevo desahucio
en el barrio, de la última muerte, el último robo, de lo mal que lo
está pasando mi amigo Mohamed cuyo único delito es trabajar aquí,
de la poca esperanza de los jóvenes y los mayores...
De tantas cosas hemos hablado, es tanto
el dolor que siento cada día al volver a casa, que cada vez tengo
más fe, más fe, soy más ciudadano del mundo y más
anticapitalista, siendo suave y no queriendo haceros perder mucho el
tiempo...
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