El viejo salón de baile
Esta tarde gris que
amenaza la estancia
mi maltrecha memoria
recuerda las
melodías de hace años
en tardes de domingo
como ésta
en donde todos
bailaban al mismo son alegre
Y sin embargo
han pasado tantos
años
por este viejo salón
de baile
Tantos
los nombres y
rostros que se han desvanecido
por el tiempo
implacable
Los años no
perdonan
los espacios vacíos
tampoco
Fueron tiempos de
juventud
de felicidad
inocente
y algún pecado
inconfesable
Echo de menos
la vida que se
escapa veloz por los rincones
del alma
Y ahora veo mas
cercana mi infancia
que los bailes de
aquella época dorada
El tiempo no perdona
ni a mí, ni al
desvencijado salón
que será remodelado
en un despacho de abogados
dónde la
prevaricación y el cohecho
bailarán en nuestro
lugar.
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