Luis
Hoy estoy sentado
en el rompeolas,
el
mar baña mi cuerpo
y el viento levanta
las olas con suavidad.
El viejo faro está
desempleado
a estas horas
y te
recuerdo, padre.
Miro hacia atrás
y emerge ante mí
el viejo astillero
donde pasaste la vida
en blanco y
negro...
Hoy te recuerdo...
En nuestra vieja casa
la que compraste
con tanto esfuerzo
y quisiera
viajar en el tiempo...
Recordar aquellos años
ahora lejanos
de la niñez
junto a mamá , Ana y tú
en aquella casa del rastrillo
al borde de la carretera.
Fueron los más felices
los más dulces
de mi existencia.
Duros y trabajosos para ti,
compañero y amigo...
camarada de mi
infancia
con el que jugué tantos años
sin prestarte la atención
debida.
Recuerdo...
Aquellas
primeras cuentas y
letras que me enseñaste...
Aquella vida que lanzaste
hacia el futuro y que a la postre
nos resultó adversa a los dos
aunque
siempre...
durante todos estos años
te mostraste paciente conmigo
y con orgullo de ser padre...
Son tantos
los instantes de la memoria
que los años
posteriores de oscuridad
pasaron inadvertidos
gracias a tu consuelo
y comprensión .
Padre...
Quisiera decirte
evocar tantas cosas
en este viejo rompeolas
que la emoción
me embarga y
solo me
consuela
imaginarte vivo
sentado junto a mí.
A mi mejor amigo, el
único,
Luis.
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