Te adoro

Mi todo
Hoy sólo hay gratitud hacia ti en mi alma. Todos estos años felices juntos han hecho de mí un hombre nuevo, distinto, incluso te puedo decir que hoy te amo aún más, mi cielo.
Gracias, Rosario, por todos los momentos inolvidables de nuestras vidas, desde el principio
hasta el final, mi emperatriz.
Son tantos los recuerdos que se me agolpan en el alma y en el corazón desde que te conocí, y por qué no decirlo, desde que te conozco. Hablo en presente porque todavía te quiero, mi ángel.
Ahora es el momento de dejarte marchar hacia tu eterno descanso en compañía de otras almas luminosas para que desde el cielo llenes de luz a tus seres queridos.
Gracias, mi amor, por cada caricia, por cada beso, por ser una mujer en eterna primavera llena de madurez y sabiduría.
Mi bien, no quiero cansarte con nimiedades, ni sentimientos que ya no están de moda en este mundo que va a la deriva…
Tú siempre estarás conmigo como la mujer que dio sentido a mi vida, la que me hizo un ser completo, y prometo ante el Dios verdadero no olvidarte jamás, no podría aunque quisiera.Tu huella en mí no se puede borrar, paraíso mío.
Ahora, la fe se ha transformado en esperanza y esta a su vez en amor eterno. Ya no cabe otra cosa que no sea la bondad, la paz y la memoria de quienes te conocimos. Mi princesa tierna y preciosa.
No quiero cansarte con mis torpes letras, de hombre de escasos estudios y recursos.
Hasta pronto,mi amor.
Te adoro, Rosario.

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