Solo quienes aman de verdad
El tiempo se nos va
al compás del reloj,
ese maldito reloj
imperturbable.
La vida se nos va de
vacaciones,
malditas vacaciones
que al final
desembocan en un destino común,
incierto, desolado,
pero con un cartucho
de esperanza que
nunca se sabe si está
cargado o
inservible.
Atrás quedan,
el tesoro de la
infancia,
la locura de la
juventud,
el miedo de la
madurez,
y qué sé yo…
Miro el anillo que
me regalaste
marcado con tu
nombre
y nuestro
aniversario.
Víspera de todos
los santos inocentes,
lo beso con dulzura
y pasión,
pero tu ya no estás,
mi amor,
y en esto no hay
trampa ni cartón.
No sé por qué
siempre, siempre
estoy pensando en ti
sí lo sé...
fuimos dos amantes
casi en secreto,
solo quienes aman de
verdad
pueden entenderlo.
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